Varón de 55 años con insuficiencia respiratoria nasal, epistaxis recidivante y adenopatía laterocervical
Tipo de material: TextoIdioma: Español Descripción: páginas 5425.e1-5425.e4Tema(s): NEOPLASIAS NASOFARÍNGEAS | DIAGNÓSTICO POR IMAGEN | LINFADENOPATÍA En: Medicine: Programa sistemático de actualización en medicina y protocolos de práctica clínicaResumen: Caso clínico de un varón de 55 años de nacionalidad china, con antecedentes de hipertensión arterial, fibrilación auricular paroxística, síndrome de apnea-hipopnea severa del sueño, hepatitis A, osteoartropatía hipertrófica, dermatomiositis y fumador de 15 cigarrillos/día. Destaca un elevado consumo de alimentos en conserva y múltiples tipos de pescado en salazón. Consultó por un cuadro de 3 meses de evolución de insuficiencia respiratoria nasal y varios episodios de epistaxis, junto con la aparición de un bulto en el cuello no doloroso y de tamaño progresivo. En las últimas 3 semanas presentó cefalea, diplopía y entumecimiento facial, síntomas que provocaron gran inquietud y malestar al paciente y que le incitaron a acudir a la consulta médica. El paciente presentaba un cuadro de otitis media serosa (OMS) unilateral, asociado a masa cervical ipsilateral e insuficiencia respiratoria nasal con signos de epistaxis unilateral reciente y síntomas sospechosos de afectación de pares craneales. Este cuadro obligaba a pensar en una neoplasia a nivel de cabeza y cuello de carácter infiltrativo y, por los síntomas nasales asociados a la OMS unilateral, la primera localización a considerar era la nasofaringe. Se realizó una nasofaringoscopia que mostraba una lesión excrecente en nasofaringe de superficie irregular y aspecto friable, con parches hemorrágicos. En la tomografía computarizada (TC) de cuello y tórax destacaba una lesión ocupante en la cavidad nasofaríngea con pérdida de los planos grasos y rarefacción del hueso a nivel de la base del cráneo. Confirmado el diagnóstico de sospecha, es importante evaluar la extensión de la enfermedad locorregional, lo que ya se realizó con las pruebas complementarias (TC y RM de nasofaringe, base del cráneo y cuello) y estadificar clínicamente el tumor, en este caso presentaba afectación de pares craneales y una adenopatía laterocervical unilateral de 3cm que correspondería a un carcinoma nasofaríngeo T4N1M0, estadio IVA. En el tratamiento se utilizó la estrategia más aceptada para tumores en estadios avanzados (III a IVa), que es la que incluye tratamiento con quimioterapia de inducción seguida de quimioterapia y radioterapia concurrente, ya que este enfoque ha demostrado mejorar la supervivencia general en ensayos aleatorios.Tipo de ítem | Ubicación actual | Colección | Signatura | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras |
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Publicación Periódica | Biblioteca Central ESSALUD | Colección General | MED (Navegar estantería) | v.13 N°91(2023) | Disponible | MED114 |
Caso clínico de un varón de 55 años de nacionalidad china, con antecedentes de hipertensión arterial, fibrilación auricular paroxística, síndrome de apnea-hipopnea severa del sueño, hepatitis A, osteoartropatía hipertrófica, dermatomiositis y fumador de 15 cigarrillos/día. Destaca un elevado consumo de alimentos en conserva y múltiples tipos de pescado en salazón. Consultó por un cuadro de 3 meses de evolución de insuficiencia respiratoria nasal y varios episodios de epistaxis, junto con la aparición de un bulto en el cuello no doloroso y de tamaño progresivo. En las últimas 3 semanas presentó cefalea, diplopía y entumecimiento facial, síntomas que provocaron gran inquietud y malestar al paciente y que le incitaron a acudir a la consulta médica. El paciente presentaba un cuadro de otitis media serosa (OMS) unilateral, asociado a masa cervical ipsilateral e insuficiencia respiratoria nasal con signos de epistaxis unilateral reciente y síntomas sospechosos de afectación de pares craneales. Este cuadro obligaba a pensar en una neoplasia a nivel de cabeza y cuello de carácter infiltrativo y, por los síntomas nasales asociados a la OMS unilateral, la primera localización a considerar era la nasofaringe. Se realizó una nasofaringoscopia que mostraba una lesión excrecente en nasofaringe de superficie irregular y aspecto friable, con parches hemorrágicos. En la tomografía computarizada (TC) de cuello y tórax destacaba una lesión ocupante en la cavidad nasofaríngea con pérdida de los planos grasos y rarefacción del hueso a nivel de la base del cráneo. Confirmado el diagnóstico de sospecha, es importante evaluar la extensión de la enfermedad locorregional, lo que ya se realizó con las pruebas complementarias (TC y RM de nasofaringe, base del cráneo y cuello) y estadificar clínicamente el tumor, en este caso presentaba afectación de pares craneales y una adenopatía laterocervical unilateral de 3cm que correspondería a un carcinoma nasofaríngeo T4N1M0, estadio IVA. En el tratamiento se utilizó la estrategia más aceptada para tumores en estadios avanzados (III a IVa), que es la que incluye tratamiento con quimioterapia de inducción seguida de quimioterapia y radioterapia concurrente, ya que este enfoque ha demostrado mejorar la supervivencia general en ensayos aleatorios.