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Caso clínico de un varón de 57 años que consultó por una lesión irregular, hiperpigmentada, en la región preauricular derecha y se realiza exéresis. Se diagnostica de melanoma maligno cutáneo de extensión superficial en fase de crecimiento vertical e índice de Breslow de 5,2mm, con extensa ulceración epidérmica e índice mitótico de 26 mitosis/mm2. Los márgenes quirúrgicos están libres de infiltración neoplásica y el ganglio linfático centinela con linfadenitis crónica reactiva, estadio IIC. Tras la exéresis, se decide tratamiento adyuvante con interferón alfa-2B en altas dosis. Tres años después consulta por la aparición de una lesión interdigital en el pie izquierdo entre el segundo y tercer dedo de crecimiento rápido y progresivo. En la exploración dermatológica se observan en las extremidades nevus adquiridos comunes sin rasgos de atipia; a nivel abdominal, se palpa una lesión subcutánea en la región epigástrica de 2 cm, redondeada, con bordes bien definidos y consistencia pétrea; entre el segundo y tercer dedo del pie izquierdo se observa una gran masa de consistencia elástica, de aspecto violáceo y de 4 cm en su diámetro mayor y una lesión costrosa y sangrante en su porción más superficial. Se palpan adenopatías inguinales bilaterales de mayor tamaño en la ingle izquierda. Se realizó estudio de extensión y el diagnóstico es de melanoma cutáneo maligno estadio IV por la presencia de metástasis ganglionares, subcutáneas, pulmonares BRAF mutado. Desde el diagnóstico, recibió tanto inhibidores de BRAF y MEK como inmunoterapia, con un total de 5 líneas de tratamiento: ensayo clínico con vemurafenib y cobimetinib; nivolumab; vemurafenib; dabrafenib y trametinib y, por último, pembrolizumab. Tuvo una buena respuesta con cada uno de estos tratamientos.