Protocolo diagnóstico de las lesiones focales sólidas hepáticas en el hígado no cirrótico

Por: Pérez de la Iglesia, S [autor]Colaborador(es): Rodríguez Gandía, M.Á [autor] | Ramírez Verdyguer, M [autor] | Guerrero, A [autor]Tipo de material: TextoTextoIdioma: Español Descripción: páginas 521-525Tema(s): DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL | HEMANGIOMA | HIPERPLASIA NODULAR FOCAL | ADENOMA | CARCINOMA HEPATOCELULAR | COLANGIOCARCINOMA | HEMANGIOSARCOMA | LESIÓN FOCAL HEPÁTICA | LESIÓN HEPÁTICA BENIGNA | LESIÓN HEPÁTICA MALIGNA En: Medicine: Programa sistemático de actualización en medicina y protocolos de práctica clínicaResumen: El hallazgo de lesiones ocupantes de espacio (LOE) hepáticas de forma incidental es cada vez más frecuente. En esta incidencia creciente radica la importancia de realizar un protocolo diagnóstico que sistematice los pasos a seguir cuando se detecte una LOE hepática. Podemos clasificar las lesiones en benignas o malignas, además de por su origen hepatocelular o biliar, y por su naturaleza quística o sólida. La primera prueba de imagen a realizar suele ser una ecografía. Sin embargo, en muchas de ellas es necesaria una mejor caracterización mediante tomografía computarizada o resonancia magnética para alcanzar un diagnóstico definitivo.
Etiquetas de esta biblioteca: No hay etiquetas de esta biblioteca para este título. Ingresar para agregar etiquetas.
    Valoración media: 0.0 (0 votos)
Tipo de ítem Ubicación actual Colección Signatura Info Vol Estado Fecha de vencimiento Código de barras
Publicación Periódica Publicación Periódica Biblioteca Central ESSALUD
Colección General MED (Navegar estantería) v.14 N°9(2024) Disponible MED124

El hallazgo de lesiones ocupantes de espacio (LOE) hepáticas de forma incidental es cada vez más frecuente. En esta incidencia creciente radica la importancia de realizar un protocolo diagnóstico que sistematice los pasos a seguir cuando se detecte una LOE hepática. Podemos clasificar las lesiones en benignas o malignas, además de por su origen hepatocelular o biliar, y por su naturaleza quística o sólida. La primera prueba de imagen a realizar suele ser una ecografía. Sin embargo, en muchas de ellas es necesaria una mejor caracterización mediante tomografía computarizada o resonancia magnética para alcanzar un diagnóstico definitivo.