Protocolo diagnóstico y terapéutico de la depresión en el anciano
Tipo de material: ArtículoIdioma: Español Descripción: páginas 4947-4952Tema(s): DEPRESIÓN | ANCIANO | TÉCNICAS Y PROCEDIMIENTOS DIAGNÓSTICOS | PSICOTERAPIA | TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO En: MedicineResumen: El depresivo es el trastorno psiquiátrico más frecuente en los ancianos. Su diagnóstico, y por tanto su adecuado abordaje y tratamiento, puede ser difícil debido a la frecuente comorbilidad con enfermedades físicas que pueden enmascarar la depresión y a factores psicosociales y cambios físicos naturales que modifican su presentación. Es importante descartar factores orgánicos en la etiología, incluyendo el alcohol y los fármacos yatrogénicos, y prestar especial atención a la optimización de la salud física, así como al tratamiento de los síntomas psiquiátricos. Entre los psicofármacos de elección se encuentran los ISRS, con buenos resultados, si bien tienen el riesgo de desarrollar parkinsonismo. El tratamiento debería seguirse, al menos, durante 12 meses. Con un tratamiento adecuado, el pronóstico es tan bueno como en cualquier otra etapa de la vida adulta. La mayoría de las depresiones en el anciano pueden diagnosticarse y tratarse en Atención Primaria, aunque su abordaje actual es frecuentemente inapropiado.Tipo de ítem | Ubicación actual | Colección | Signatura | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras |
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Publicación Periódica | Biblioteca Central ESSALUD | Colección General | MED (Navegar estantería) | v.12 N°84(2019) | Disponible | MED025 |
El depresivo es el trastorno psiquiátrico más frecuente en los ancianos. Su diagnóstico, y por tanto su adecuado abordaje y tratamiento, puede ser difícil debido a la frecuente comorbilidad con enfermedades físicas que pueden enmascarar la depresión y a factores psicosociales y cambios físicos naturales que modifican su presentación. Es importante descartar factores orgánicos en la etiología, incluyendo el alcohol y los fármacos yatrogénicos, y prestar especial atención a la optimización de la salud física, así como al tratamiento de los síntomas psiquiátricos. Entre los psicofármacos de elección se encuentran los ISRS, con buenos resultados, si bien tienen el riesgo de desarrollar parkinsonismo. El tratamiento debería seguirse, al menos, durante 12 meses. Con un tratamiento adecuado, el pronóstico es tan bueno como en cualquier otra etapa de la vida adulta. La mayoría de las depresiones en el anciano pueden diagnosticarse y tratarse en Atención Primaria, aunque su abordaje actual es frecuentemente inapropiado.