Espasticidad tras ictus: ¿la edad es un factor de riesgo? estudio observacional de la espasticidad en pacientes neurovasculares en una serie retrospectiva de dos centros

Por: Béseler Soto, M. Rosario [Autor]Colaborador(es): Montes García, José | Máñez Añón, Inmaculada [Autores]Tipo de material: ArtículoArtículoIdioma: Español Descripción: páginas 258-265Tema(s): ESPASTICIDAD MUSCULAR | ACCIDENTE CEREBROVASCULAR | FACTORES DE EDADRecursos en línea: Haga clic para acceso en línea En: Revista Española de Geriatría y GerontologíaResumen: Aproximadamente un tercio de los pacientes que han sufrido un ictus desarrollan espasticidad. Ante la impresión clínica por parte de los autores de menor proporción de pacientes espásticos entre la población de mayor edad tras un ictus y la falta de consenso en la literatura, se procedió a contrastar aquellas variables que influyen en el desarrollo de espasticidad a partir de los datos de dos centros de neurorrehabilitación. El objetivo del estudio fue determinar los factores que influyen en el desarrollo de la espasticidad a los tres meses de evolución del ictus y la prevalencia de espasticidad en los pacientes que han sufrido un ictus y que requieren tratamiento rehabilitador intensivo. Se realizó un estudio retrospectivo observacional de 554 pacientes atendidos en dos centros de neurorrehabilitación. Se recogieron datos sociodemográficos; naturaleza, etiología y localización del ictus; déficit motóricos, sensitivos, del lenguaje y deglución; incontinencia; estado cognitivo y anímico. El grado de espasticidad se evaluó al ingreso y al tercer mes en 462 pacientes mediante la escala de Ashworth. Se empleó el análisis de regresión multivariante para determinar qué variables influyen en la evolución de la espasticidad al tercer mes de la instauración del ictus. Edad media: 67,3 años; 67,1%, de estos eran hombres; 76,5% tuvo un origen isquémico. Al ingreso el 31,4% de los pacientes presentaban espasticidad y a los tres meses el 54,8%. Los pacientes con un mayor índice motor al ingreso, mejoraban en mayor proporción su espasticidad a los tres meses (OR 1,04; IC 95% 1,03-1,05). En el caso de no tener en cuenta el índice motor, las variables relacionadas con la evolución de la espasticidad fueron: edad < 75 años (OR 0,52; IC 95% 0,30-0,90), alteración sensitiva (OR 0,66; IC 95% 0,37-1,20) e índice de Barthel (OR 1,02; IC 95% 1,01-1,03). No se encontró la existencia de relación significativa para las variables sexo, mecanismo fisiopatológico (isquémico/hemorrágico), localización del ictus, presencia de afasia o deterioro cognitivo. En conclusión, la prevalencia de espasticidad en pacientes que han sufrido un ictus es del 54,8% al tercer mes de evolución. El índice motor al ingreso es predictor independiente de espasticidad a los tres meses de evolución. Los pacientes menores de 75 años, con alteración sensitiva y bajo índice de Barthel tienen más probabilidad de empeorar la espasticidad a los tres meses.
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Publicación Periódica Publicación Periódica Biblioteca Central ESSALUD
GERIATG (Navegar estantería) v.55 N°5(2020) 1 Disponible GERIATG011

Aproximadamente un tercio de los pacientes que han sufrido un ictus desarrollan espasticidad. Ante la impresión clínica por parte de los autores de menor proporción de pacientes espásticos entre la población de mayor edad tras un ictus y la falta de consenso en la literatura, se procedió a contrastar aquellas variables que influyen en el desarrollo de espasticidad a partir de los datos de dos centros de neurorrehabilitación. El objetivo del estudio fue determinar los factores que influyen en el desarrollo de la espasticidad a los tres meses de evolución del ictus y la prevalencia de espasticidad en los pacientes que han sufrido un ictus y que requieren tratamiento rehabilitador intensivo. Se realizó un estudio retrospectivo observacional de 554 pacientes atendidos en dos centros de neurorrehabilitación. Se recogieron datos sociodemográficos; naturaleza, etiología y localización del ictus; déficit motóricos, sensitivos, del lenguaje y deglución; incontinencia; estado cognitivo y anímico. El grado de espasticidad se evaluó al ingreso y al tercer mes en 462 pacientes mediante la escala de Ashworth. Se empleó el análisis de regresión multivariante para determinar qué variables influyen en la evolución de la espasticidad al tercer mes de la instauración del ictus. Edad media: 67,3 años; 67,1%, de estos eran hombres; 76,5% tuvo un origen isquémico. Al ingreso el 31,4% de los pacientes presentaban espasticidad y a los tres meses el 54,8%. Los pacientes con un mayor índice motor al ingreso, mejoraban en mayor proporción su espasticidad a los tres meses (OR 1,04; IC 95% 1,03-1,05). En el caso de no tener en cuenta el índice motor, las variables relacionadas con la evolución de la espasticidad fueron: edad < 75 años (OR 0,52; IC 95% 0,30-0,90), alteración sensitiva (OR 0,66; IC 95% 0,37-1,20) e índice de Barthel (OR 1,02; IC 95% 1,01-1,03). No se encontró la existencia de relación significativa para las variables sexo, mecanismo fisiopatológico (isquémico/hemorrágico), localización del ictus, presencia de afasia o deterioro cognitivo. En conclusión, la prevalencia de espasticidad en pacientes que han sufrido un ictus es del 54,8% al tercer mes de evolución. El índice motor al ingreso es predictor independiente de espasticidad a los tres meses de evolución. Los pacientes menores de 75 años, con alteración sensitiva y bajo índice de Barthel tienen más probabilidad de empeorar la espasticidad a los tres meses.