El manejo conjunto geriatría-neurocirugía de pacientes mayores de 75 años reduce la estancia media, la morbilidad, los reingresos hospitalarios y la mortalidad al año
Tipo de material: ArtículoIdioma: Español Descripción: páginas 332-337Tema(s): NEUROCIRUGÍA | GERIATRÍA | GRUPO DE ATENCIÓN AL PACIENTE | SALUD DEL ANCIANO | MORBILIDAD En: Revista Española de Geriatría y GerontologíaResumen: El envejecimiento de la población es una realidad objetivable para la que los sistemas de salud no están adaptados. La Organización Mundial de la Salud ya ha avisado de la importancia de la implementación de medidas específicas, que abarcan desde la formación pregrado hasta la instauración de un número adecuado de geriatras, para seguimiento de los pacientes mayores. Con el objetivo de analizar si la intervención del geriatra en el seguimiento del paciente neuroquirúrgico aporta beneficios, se realizó un estudio descriptivo de cohortes, parcialmente prospectivo, analizando a todos los pacientes mayores de 75 años ingresados a cargo del servicio de neurocirugía y que fueron atendidos en seguimiento compartido por geriatría desde junio de 2015 hasta febrero de 2017. Se comparan con los pacientes mayores de 75 años ingresados en neurocirugía entre octubre de 2013 y mayo de 2015 (periodo equivalente) en el que los geriatras solo intervinieron como unidad de valoración sociosanitaria a la hora de derivar al paciente a otro nivel asistencial. Se analizaron edad media, sexo, entidad neuroquirúrgica que motivó el ingreso, estancia media, complicaciones infecciosas, referencia escrita de síndrome confusional, ingreso en unidad de cuidados intensivos, necesidad de interconsulta con otros servicios, reintervención quirúrgica, mortalidad durante el ingreso, derivación a recurso sociosanitario, reingreso al mes y mortalidad al año. Se comparó a un total de 173 pacientes en seguimiento conjunto con 189 del periodo previo. Ambas cohortes presentaron características demográficas similares. Durante el periodo de manejo conjunto se redujeron la estancia media hospitalaria, la incidencia de complicaciones infecciosas, la necesidad de ingreso urgente en unidad de cuidados intensivos, la necesidad de interconsulta con otras especialidades, la tasa de readmisión a los 30 días y la mortalidad anual, todas ellas con diferencias estadísticamente significativas. En conclusión, el seguimiento compartido entre neurocirugía y geriatría disminuye la estancia media, la morbilidad, la necesidad de interconsulta con otras especialidades, el reingreso precoz y la mortalidad al año en los mayores de 75 años. Además, prioriza una atención centrada en la persona, disminuye costes y racionaliza los recursos.Tipo de ítem | Ubicación actual | Signatura | Info Vol | Copia número | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras |
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Publicación Periódica | Biblioteca Central ESSALUD | GERIATG (Navegar estantería) | v.55 N°6(2020) | 1 | Disponible | GERIATG012 |
El envejecimiento de la población es una realidad objetivable para la que los sistemas de salud no están adaptados. La Organización Mundial de la Salud ya ha avisado de la importancia de la implementación de medidas específicas, que abarcan desde la formación pregrado hasta la instauración de un número adecuado de geriatras, para seguimiento de los pacientes mayores. Con el objetivo de analizar si la intervención del geriatra en el seguimiento del paciente neuroquirúrgico aporta beneficios, se realizó un estudio descriptivo de cohortes, parcialmente prospectivo, analizando a todos los pacientes mayores de 75 años ingresados a cargo del servicio de neurocirugía y que fueron atendidos en seguimiento compartido por geriatría desde junio de 2015 hasta febrero de 2017. Se comparan con los pacientes mayores de 75 años ingresados en neurocirugía entre octubre de 2013 y mayo de 2015 (periodo equivalente) en el que los geriatras solo intervinieron como unidad de valoración sociosanitaria a la hora de derivar al paciente a otro nivel asistencial. Se analizaron edad media, sexo, entidad neuroquirúrgica que motivó el ingreso, estancia media, complicaciones infecciosas, referencia escrita de síndrome confusional, ingreso en unidad de cuidados intensivos, necesidad de interconsulta con otros servicios, reintervención quirúrgica, mortalidad durante el ingreso, derivación a recurso sociosanitario, reingreso al mes y mortalidad al año. Se comparó a un total de 173 pacientes en seguimiento conjunto con 189 del periodo previo. Ambas cohortes presentaron características demográficas similares. Durante el periodo de manejo conjunto se redujeron la estancia media hospitalaria, la incidencia de complicaciones infecciosas, la necesidad de ingreso urgente en unidad de cuidados intensivos, la necesidad de interconsulta con otras especialidades, la tasa de readmisión a los 30 días y la mortalidad anual, todas ellas con diferencias estadísticamente significativas. En conclusión, el seguimiento compartido entre neurocirugía y geriatría disminuye la estancia media, la morbilidad, la necesidad de interconsulta con otras especialidades, el reingreso precoz y la mortalidad al año en los mayores de 75 años. Además, prioriza una atención centrada en la persona, disminuye costes y racionaliza los recursos.