Ramírez, F.

Patología del equilibrio: vértigos periféricos - páginas 5385-5392

Se define el vértigo como la ilusión de movimiento de uno mismo o del entorno, aunque cada paciente puede experimentar sensaciones distintas. Se puede clasificar según el tiempo de duración de la crisis, la frecuencia temporal, el tiempo de evolución o los desencadenantes. Muchas de las patologías que afectan al oído interno no tienen definido el mecanismo fisiopatológico que los origina; sin embargo, sabemos que las infecciones víricas pueden ocasionar laberintitis serosas o neuritis vestibular, que traumatismos craneales o posturas anómalas pueden ocasionar vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB) y el envejecimiento de los receptores vestibulares puede desencadenar el presbivértigo. El diagnóstico se basa en una anamnesis detallada, exploración física que explore los reflejos vestibuloocular y vestíbulo espinal, pruebas complementarias como audiometría o videonistagmografía y finalmente pruebas de imagen, principalmente la resonancia magnética. La fase aguda se tratará con medicamentos que disminuyan las náuseas y vómitos, siendo los principales los sedantes vestibulares, que no deben ser usados durante más de 3 días. Hay tratamientos específicos para cada patología, como es el caso del VPPB, donde se realizan maniobras de recolocación. En urgencias se realiza exploraciones a pie de cama del paciente, el protocolo HINTS es el que ha demostrado tener más sensibilidad y especificidad.


VÉRTIGO POSICIONAL PAROXÍSTICO BENIGNO
MAREO
TRATAMIENTO DE URGENCIA

SÍNDROME VESTIBULAR AGUDO VÉRTIGOS PERIFÉRICOS