Bacteriemia, sepsis y shock séptico
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Aunque la bacteriemia, la sepsis y el shock séptico son entidades distintas, pueden considerarse fases de un mismo proceso patológico. La sepsis es la disfunción orgánica producida por una respuesta alterada de un huésped a la infección. Actualmente es una de las primeras causas de mortalidad hospitalaria y su incidencia ha aumentado en relación con el envejecimiento y la pluripatología de la población. El daño orgánico es el resultado de una respuesta inmune alterada que deja de actuar a nivel local para controlar la infección. A nivel sistémico, se pierde el equilibrio entre los factores proinflamatorios y antiinflamatorios, se producen cambios en el metabolismo celular y en los distintos componentes del sistema inmune que autoperpetuarán el daño. El diagnóstico se basa en la presencia o sospecha de infección, junto con la presencia de daño orgánico, determinado por la escala SOFA. La escala SOFA permite identificar de forma precoz a los pacientes que pueden presentar sepsis. El manejo clínico enérgico y precoz de la sepsis tiene un alto impacto en la supervivencia, e incluye la determinación de lactato, la extracción de hemocultivos, la administración de cristaloides y antibioterapia y el control del foco, entre otros.
BACTERIEMIA SEPSIS CHOQUE SÉPTICO PUNTUACIONES EN LA DISFUNCIÓN DE ÓRGANOS