Tromboembolismo pulmonar
Tipo de material: ArtículoIdioma: Español Descripción: páginas 2371-2378Tema(s): EMBOLIA PULMONAR | DIAGNÓSTICO | FIBRINOLÍTICOS | ANTICOAGULANTESRecursos en línea: Haga clic para acceso en línea En: Medicine: Programa sistemático de actualización en medicina y protocolos de práctica clínicaResumen: El tromboembolismo pulmonar (TEP) es una patología potencialmente grave, secundaria a la obstrucción arterial pulmonar por material trombótico, que condiciona una alteración en el equilibrio ventilación/perfusión con hipoxemia secundaria, así como una sobrecarga brusca para el ventrículo derecho que puede condicionar un fallo hemodinámico que comprometa la vida. Para su tratamiento se deberá estratificar la gravedad del cuadro clínico para, en función de ello, realizar un proceso diagnóstico específico, utilizando algoritmos basados en las características clínicas del paciente, determinaciones analíticas (sobre todo, dímero D y marcadores de daño miocárdico) y técnicas de imagen (ecocardiograma, angio-TC, etc.). El tratamiento debe iniciarse precozmente, y consiste en medidas de soporte hemodinámico y respiratorio, así como tratamiento con fibrinolíticos o anticoagulantes en función de la situación clínica del paciente. Por último, la indicación de anticoagulación a largo plazo deberá valorarse individualizadamente, teniendo en cuenta el balance riesgo/beneficio.Tipo de ítem | Ubicación actual | Colección | Signatura | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras |
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Publicación Periódica | Biblioteca Central ESSALUD | Colección General | MED (Navegar estantería) | v.13 N°41(2021) | Disponible | MED052 |
El tromboembolismo pulmonar (TEP) es una patología potencialmente grave, secundaria a la obstrucción arterial pulmonar por material trombótico, que condiciona una alteración en el equilibrio ventilación/perfusión con hipoxemia secundaria, así como una sobrecarga brusca para el ventrículo derecho que puede condicionar un fallo hemodinámico que comprometa la vida. Para su tratamiento se deberá estratificar la gravedad del cuadro clínico para, en función de ello, realizar un proceso diagnóstico específico, utilizando algoritmos basados en las características clínicas del paciente, determinaciones analíticas (sobre todo, dímero D y marcadores de daño miocárdico) y técnicas de imagen (ecocardiograma, angio-TC, etc.). El tratamiento debe iniciarse precozmente, y consiste en medidas de soporte hemodinámico y respiratorio, así como tratamiento con fibrinolíticos o anticoagulantes en función de la situación clínica del paciente. Por último, la indicación de anticoagulación a largo plazo deberá valorarse individualizadamente, teniendo en cuenta el balance riesgo/beneficio.