Biomarcadores moleculares y celulares: implicaciones en la terapia dirigida

Por: Bellido, L [Autor]Colaborador(es): Casado, D | Barco, E. del | Cigarral, B | Escalera, E | Claros, J | Barrios, B | Figuero, L | Olivares, A | López, A | Terán, E | Cruz, J.J [Autores]Tipo de material: ArtículoArtículoIdioma: Español Descripción: páginas 1418-1423Tema(s): ADENOCARCINOMA DEL PULMÓN | CARCINOMA DE PULMÓN DE CÉLULAS NO PEQUEÑAS | BIOMARCADORES En: Medicine: Programa sistemático de actualización en medicina y protocolos de práctica clínicaResumen: Alrededor de un 20% de los pacientes con adenocarcinoma de pulmón metastásico van a tener una mutación accionable que puede ser tratada con una terapia dirigida. Los tratamientos con inhibidor de la tirosina quinasa (ITK) tanto de EGFR como ALK y ROS-1 han demostrado beneficio clínico en aquellos pacientes con dicha mutación, mayor que con tratamientos de quimioterapia. Por ello, es imprescindible estudiar estas alteraciones moleculares antes de comenzar el tratamiento antineoplásico. Existen varios ITK de distintas generaciones con diferentes grados de eficacia. Conocer los mecanismos de resistencia a estas terapias también es necesario para mejorar dichos tratamientos. Determinar otras mutaciones menos frecuentes puede suponer una opción terapéutica en pacientes que puedan recibir el tratamiento dirigido.
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Publicación Periódica Publicación Periódica Biblioteca Central ESSALUD
Colección General MED (Navegar estantería) v.13 N°25(2021) Disponible MED036

Alrededor de un 20% de los pacientes con adenocarcinoma de pulmón metastásico van a tener una mutación accionable que puede ser tratada con una terapia dirigida. Los tratamientos con inhibidor de la tirosina quinasa (ITK) tanto de EGFR como ALK y ROS-1 han demostrado beneficio clínico en aquellos pacientes con dicha mutación, mayor que con tratamientos de quimioterapia. Por ello, es imprescindible estudiar estas alteraciones moleculares antes de comenzar el tratamiento antineoplásico. Existen varios ITK de distintas generaciones con diferentes grados de eficacia. Conocer los mecanismos de resistencia a estas terapias también es necesario para mejorar dichos tratamientos. Determinar otras mutaciones menos frecuentes puede suponer una opción terapéutica en pacientes que puedan recibir el tratamiento dirigido.