González Fernández, Ismael
Síndrome antifosfolípido - páginas 1808-1815
El síndrome antifosfolípido es la principal causa de trombofilia adquirida, y se caracteriza por la presencia de trombosis venosa/arterial y morbilidad obstétrica, aunque también se pueden presentar otras manifestaciones clínicas y/o analíticas no incluidas en los criterios convencionales. En su desarrollo, están implicados los anticuerpos antifosfolípidos que potencian un estado protrombótico en los pacientes. Recientemente, se han incorporado (2023) unos nuevos criterios de clasificación que pretenden ayudar a una precoz y mejor identificación de esta enfermedad. El pilar del manejo de esta entidad, cuando se produce el desarrollo de manifestaciones clínicas, es la anticoagulación con antagonistas de la vitamina K (en muchos casos de mantenimiento) y, en casos seleccionados y refractarios, podría ser necesario el uso de otros fármacos como corticoides, hidroxicloroquina, estatinas o incluso rituximab. En casos de portadores de anticuerpos antifosfolípido sin episodios trombóticos y/o morbilidad obstétrica, se planteará de manera individualizada la tromboprofilaxis primaria con ácido acetilsalicílico, en base al perfil de anticuerpos antifosfolípido, el riesgo cardiovascular y/o la presencia de enfermedades autoinmunes sistémicas asociadas.
SÍNDROME ANTIFOSFOLÍPIDO
TROMBOSIS
Síndrome antifosfolípido - páginas 1808-1815
El síndrome antifosfolípido es la principal causa de trombofilia adquirida, y se caracteriza por la presencia de trombosis venosa/arterial y morbilidad obstétrica, aunque también se pueden presentar otras manifestaciones clínicas y/o analíticas no incluidas en los criterios convencionales. En su desarrollo, están implicados los anticuerpos antifosfolípidos que potencian un estado protrombótico en los pacientes. Recientemente, se han incorporado (2023) unos nuevos criterios de clasificación que pretenden ayudar a una precoz y mejor identificación de esta enfermedad. El pilar del manejo de esta entidad, cuando se produce el desarrollo de manifestaciones clínicas, es la anticoagulación con antagonistas de la vitamina K (en muchos casos de mantenimiento) y, en casos seleccionados y refractarios, podría ser necesario el uso de otros fármacos como corticoides, hidroxicloroquina, estatinas o incluso rituximab. En casos de portadores de anticuerpos antifosfolípido sin episodios trombóticos y/o morbilidad obstétrica, se planteará de manera individualizada la tromboprofilaxis primaria con ácido acetilsalicílico, en base al perfil de anticuerpos antifosfolípido, el riesgo cardiovascular y/o la presencia de enfermedades autoinmunes sistémicas asociadas.
SÍNDROME ANTIFOSFOLÍPIDO
TROMBOSIS