Hijos Mallada, G.

Enfermedad ulcerosa péptica - páginas 82-89

La úlcera péptica es una pérdida de sustancia igual o mayor de 5mm de diámetro en la mucosa del tubo digestivo que alcanza la submucosa. Sus principales causas son la infección por H. pylori y el consumo de antiinflamatorios no esteroideos (AINE), con una incidencia en descenso durante los últimos años paralelamente a la de la infección por H. pylori y a un mayor conocimiento del riesgo gastrointestinal que se asocia al tratamiento con AINE. La clínica que produce es inespecífica, la forma de presentación más frecuente es el dolor epigástrico, aunque puede ser asintomática y presentarse con una complicación. El diagnóstico es hoy en día esencialmente endoscópico, permitiendo diagnosticar tanto la úlcera por visualización directa como tomar biopsias para descartar malignidad e infección por H. pylori. La complicación más frecuente es la hemorragia digestiva, cuyo tratamiento requiere una correcta estratificación del riesgo, estabilización con fluidos, inhibidores de la bomba de protones (IBP) y terapia endoscópica en úlceras con hallazgos endoscópicos de alto riesgo de recidiva. Otras complicaciones son la perforación y la obstrucción. En el manejo terapéutico básico, los dos principales pilares son la correcta erradicación de H. pylori y el tratamiento con IBP en los casos que sea necesario, según la localización y la etiología de la úlcera.


ÚLCERA PÉPTICA
ANTIINFLAMATORIOS NO ESTEROIDEOS
HELICOBACTER PYLORI
INHIBIDORES DE LA BOMBA DE PROTONES