Nalda Ariza, I.

Protocolo diagnóstico y terapéutico de la enfermedad ósea tumoral metastásica - páginas 1473-1476

El hueso es la localización más frecuente de metástasis de los tumores sólidos que se desarrollan en un 65%-75% de los pacientes con cáncer avanzado. Suponen una de las principales amenazas potenciales del paciente por la comorbilidad y el deterioro en la calidad de vida que producen. Los eventos óseos relacionados con el cáncer (skeletal related events —SRE—) son complicaciones derivadas de esta afectación ósea y son las fracturas patológicas, la necesidad de cirugía o radioterapia y la compresión medular. Estas lesiones pueden tener carácter osteoblástico u osteolítico y su diagnóstico ha de estar basado tanto en la sospecha clínica como en las pruebas de imagen como la gammagrafía ósea, la tomografía por emisión de positrones combinada con tomografía computarizada o la resonancia magnética. El tratamiento de las metástasis óseas debe ser multidisciplinar, tanto sistémico con bifosfonatos o denosumab, como local con radioterapia o cirugía, sin olvidar la importancia de un adecuado tratamiento de la enfermedad tumoral subyacente y del posible dolor asociado.


METÁSTASIS DE LA NEOPLASIA
NEOPLASIAS ÓSEAS
DIAGNÓSTICO
RADIOTERAPIA
DENOSUMAB
DIFOSFONATOS