Torrent, Anna
Enfermedad del injerto contra el receptor tras infección por Rickettsia conorii inducida por la picadura de una garrapata - páginas 119-120
La enfermedad del injerto contra el receptor (EICR) crónica es una enfermedad multisistémica, inmunomediada, que aparece como complicación en un 30-70% de los pacientes que reciben un trasplante alogénico de progenitores hematopoyéticos (TPH). En el artículo se presenta el caso de una paciente de 52 años con antecedentes de colecistitis complicada con un hemoperitoneo que requirió de colecistectomía. Se diagnosticó de una leucemia mielomonocítica crónica de tipo 2, variante mieloproliferativa. Se procedió a hacer un TPH a partir de un donante emparentado, con condicionamiento no mieloablativo y profilaxis de la EICR con ciclosporina y tetotrexato. A los 2 años del TPH, la paciente acudió a otro hospital por una celulitis en el pabellón auricular izquierdo tras la picadura de una garrapata. Se constató la serología positiva para Rickettsia conorii. A los 15 días la paciente presentó un rash eritematoso pruriginoso, de distribución prácticamente universal, por EICR crónica agudizada que evolucionó a crónica grado 3 cutánea por afectación de más del 50% de la superficie corporal, que respondió al tratamiento con prednisona, ciclosporina, sirolimus y microfenolato.
ENFERMEDAD INJERTO CONTRA HUÉSPED
RICKETTSIA CONORII
INFECCIÓN POR RICKETTSIA CONORII
Enfermedad del injerto contra el receptor tras infección por Rickettsia conorii inducida por la picadura de una garrapata - páginas 119-120
La enfermedad del injerto contra el receptor (EICR) crónica es una enfermedad multisistémica, inmunomediada, que aparece como complicación en un 30-70% de los pacientes que reciben un trasplante alogénico de progenitores hematopoyéticos (TPH). En el artículo se presenta el caso de una paciente de 52 años con antecedentes de colecistitis complicada con un hemoperitoneo que requirió de colecistectomía. Se diagnosticó de una leucemia mielomonocítica crónica de tipo 2, variante mieloproliferativa. Se procedió a hacer un TPH a partir de un donante emparentado, con condicionamiento no mieloablativo y profilaxis de la EICR con ciclosporina y tetotrexato. A los 2 años del TPH, la paciente acudió a otro hospital por una celulitis en el pabellón auricular izquierdo tras la picadura de una garrapata. Se constató la serología positiva para Rickettsia conorii. A los 15 días la paciente presentó un rash eritematoso pruriginoso, de distribución prácticamente universal, por EICR crónica agudizada que evolucionó a crónica grado 3 cutánea por afectación de más del 50% de la superficie corporal, que respondió al tratamiento con prednisona, ciclosporina, sirolimus y microfenolato.
ENFERMEDAD INJERTO CONTRA HUÉSPED
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